domingo, 20 de octubre de 2013

Mariano Ferreyra, presente.

No se si primero tuve bronca, amor o tristeza. No se si entendí primero su grito, o su firmeza al marchar, o el sentido que le encontró a su vida. Quizá me cuestiono esto para organizar mis impulsos de lucha, que son suyos, nuestros; que están y se manifiestan, como lo hicieron con anterioridad, en este preciso momento. Pero no hay que perder el norte, o quizás el sur. Tenemos que ser protagonistas del ahora, hacer de nuestra contingencia, instantes que respondan al devenir clasista de la sociedad. Debemos armarnos de valor y hacer de cada oportunidad una paso más en marcha, pelear desde las bases, reconocer nuestra condición de trabajador, aún cuando el sistema nos condicione como desocupados: somos los que reproducimos este orden social y desde allí podemos consumarnos en el cambio.
Hay imprescindibles anónimos, de pié y tiempo completo, mujeres y hombres, y jóvenes. Hay otros que en su dolor que es nuestro tomaron forma en afiches, cánticos, lágrimas y calidez, pero que fueron víctimas de todo lo contrario al amor. Victimas de opresión, mercantilización de valores e individuos, de explotación, de gente que vive del pesar ajeno. Víctimas del sistema capitalista que toma forma en responsables políticos y materiales de crímenes, balas y sangre ferviente de aquellos que resisten.
Mariano es mil caras desconocidas y sus ojos de convicción. Su muerte fue anunciada en entramados de corrupción y negociados privatistas, en los mecanismos de represión y en la criminalización de quienes luchan. Su asesinato fue encubierto por el empresarios, burócratas sindicales y gobernantes, y fue denunciado y llevado al juzgado por la única fuerza política independiente de los intereses de los grupos dominantes. Hoy quieren bajarle la condena a los responsables y negar su lucha que hoy es más que nunca.
No dejemos que sea un afiche más. Acompañemos la lucha de quienes pelean contra la opresión del capital, contra el Estado capitalista que posibilita la explotación de los trabajadores, contra este sistema que garantiza la pobreza y formula las diferencias de clases sociales buscando, a la vez, mecanismos para desarticularlas y negar así, el desarrollo del sector que cada vez es más fuerte, el sector obrero y combativo. El sector que supera diferencias y formula el devenir del socialismo en los protagonistas de la historia. 

A 3 años del asesinato de Mariano Ferreyra, esta lucha sigue. Que viva la lucha obrera y socialista.




VideominutoxMariano - Ale Rath:

           

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